...Y es que, ¡qué gran verdad!, mientras que por delante una nevera, que a pesar de parecer un ataúd para latas de cerveza, aún mantiene una belleza inmaculada sólo deslucida por imanes horrendos de diversos lugares de veraneo aguantando papelajos de los centros de desnutrición más cercanos...Aún así, esa misma nevera, blanca inmaculada o de bellos colores chillones por delante, se transforma por acto de magia en un amasijo de hierros extraños y con más pinta de máquina de tortura china que de electrodoméstico cuando le das la vuelta.
Nos trasladamos
Hace 4 años
A mi no me desagradan las neveras vistas desde atrás.
ResponderEliminarLa resistencia me resulta de lo más erotizante.
Folken, pago por NO saber qué encuentras de erotizante en algo así...
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