Insulto nº5: Tu mujer es tan cerda que gratina los macarrones de tus hijos con el requesón que me sale del nabo

Las formas de insultar, que incluyen una comparación exagerada, suelen estar ya bastante devaluadas debido al Síndrome Chiquito de finales de los 90, que llevó a todo el mundo supuestamente graciosete a usar una comparación medio ingeniosa imitando a Chiquito de la Calzada. Pero hay algunas formas que por su originalidad, capacidad de golpeo, e ingenio, se erigen en un combo mortal capaz de dejar clompetamente noqueado a tu rival. De esa sólo te quedan dos opciones, o proclamarte vencedor absoluto o calzarte tus Nike Running o tus guantes de boxeo y, o huir o pelear.



El insulto de hoy lo oí en una disputa en un dicharachero bar de abuelos, al que llegaron dos yonkarras a tomarse un cortado mientras esperaban que abrieran el centro donde dan la metadona. Cuando llegó la hora de pagar, ninguno de ellos tenía dinero por lo que, como es normal, el amable regente del establecimiento les instó a que le pagaran lo debido. Una montante de unos 2'10€. Ante la negativa de unos y la insistencia del otro el asunto se fue caldeando, las palabras subieron de tono y los ioputa, mecagüen tus muertos, te ví a partir hasta el cielo del paladar (tremenda amenaza), uno de los yonkarras se erigió como mi héroe cuando le espetó al pobre y buen señor, que ya estaba blandiendo su palo de cobrar deudas con una de las voces más cavernarias que he oido nunca:

"Te ví a matar ihoputa, que he ejtao en la Modelo, 5 años por azesinato, me vi a follar a tú mujer, que es tan cerda que gratina los macarrones de tus hijos con el requesón que me sale del nabo, y aluego la vi a cortar el cuello"

El del bar (hijo de El del gas) sólo pudo dejar el palo y decirles que se largaran.

Así que como véis este insulto es un good finisher, que si sabéis usarlo como es debido, os otorgará innumerables victorias dialécticas.